Enfermedad dental menopáusica: ¡Recesión de las encías!

La reabsorción ósea es la base de la relación menopausia-dental, la cual no es conocida por más de una persona y siempre está en el radar de los odontólogos. El dentista Tamer Çakar dice: “Especialmente en personas con pérdida de dientes, si se va a hacer un nuevo diente o es necesaria una aplicación quirúrgica como un implante, en resumen, si es una condición relacionada con el hueso, es necesario establecer un fuerte conexión con la menopausia”.

La gingivitis, que se denomina ‘periodoncista’ en la literatura médica y nevazil en el público, se considera en medio de las enfermedades dentales del período menopáusico. “

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De hecho, la encía no se inflama de la nada, debido a que el hueso se derrite, la encía comienza a retroceder. Porque ya no hay ningún apoyo.

La situación más clásica en el período de la menopausia es la comida que se queda en medio de los dientes después de la recesión gingival y no se limpia adecuadamente… Esto provoca gingivitis, infecciones y problemas de sarro. Además, estas condiciones aceleran el proceso de reabsorción ósea hasta tres veces e inevitablemente provocan la pérdida de dientes.

El dentista Tamer Çakar subraya que antes de iniciar el tratamiento dental de la paciente menopáusica, es necesario contactar a su médico:

“Tanto la menopausia como la pérdida de dientes son condiciones mentales que también afectan el futuro del paciente. Ambos son parámetros que queremos tener en el cuerpo y que aumentan la confianza en uno mismo de la persona. Aquí, nuestro deber es devolver la confianza en sí mismo al paciente mediante el tratamiento de los dientes, aunque no tenemos ninguna sanción contra la menopausia.

Al afirmar que la menopausia tiene muchos parámetros variables, el dentista Çakar dijo: “Como nos encontramos con una paciente que pasó por la menopausia a la edad de 30 años y tuvo mucha pérdida ósea debido a eso, también podemos ver personas que han pasado por la menopausia en el orden habitual y no tener osteoporosis. Por lo tanto, lo valioso aquí no es el grado de fusión del hueso, sino la calidad del hueso”, dice.

La cantidad de células en el hueso de una persona sana es diferente de la cantidad de células óseas en una mujer menopáusica. Esto es lo que determina la calidad del hueso. Antes del tratamiento, se decide el tipo de tratamiento tras el ‘test de densidad ósea’, que revela el poder de regeneración o reparación de los huesos.

Los huesos de la mandíbula inferior y los huesos de la mandíbula superior tienen diferentes fortalezas entre sí.

El dentista Tamer Çakar, que brinda información sobre la salud dental en el período de la menopausia, subraya que no se debe pasar por alto la distinción entre el maxilar inferior y el maxilar superior:

“La mandíbula superior se derrite muy rápido, se llama hueso de esponja. La mandíbula inferior es hueso cortical, sólido como el mármol. Por otro lado, la paciente menopáusica no tiene nada que temer.

Los tratamientos de la mandíbula superior se realizan principalmente agregando hueso de origen humano. Con este procedimiento, llamado regeneración tisular dirigida, puede manipular las células dándoles órdenes. El implante, que se coloca, frena la fusión gracias a la nueva estructura que crea en el diente. Nuestro mayor ayudante aquí es el sistema inmunológico del cuerpo. Especialmente gracias a la tecnología en desarrollo, la tasa de armonía entre el hueso añadido posteriormente y el propio hueso de la persona es cercana al 100 por ciento a menos que exista otra enfermedad sistémica”. dice.